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Funánbulos a Morena

logo con foto columna lnd thumb Si Fernando Pucheta Sánchez, Feliciano Valle Sandoval, o Alejandro Higuera Osuna quieren ser diputados o presidentes municipales, a través de Morena, el próximo año electoral, tendrán que firmar un documento en el que oficialicen su renuncia al partido político al que pertenecieron.

            Y lo tendrán que hacer el sábado próximo en Culiacán, durante una reunión de los comités morenistas con la virtual candidata a la presidencia de la república, Claudia Sheinbaum Pardo.

            Esa formalidad, que será el primer paso para ser considerados como prospectos a una candidatura de elección popular, levantará ámpula entre los genuinos morenistas que hacen fila desde el 2018 para ocupar una curul, local o federal, o una alcaldía en el estado de Sinaloa.

            Y es que, desde el momento en que Pucheta y Valle, anunciaron su anhelo de abanderar a Morena en el proceso electoral del 2024, ya sea para una diputación o una alcaldía, surgieron las pataletas de los militantes precursores del partido guinda.

            Pucheta se promueve para competir por la presidencia municipal de Mazatlán, la que obtuvo electoralmente representando al PRI para el periodo 2017-2019. Renunció en abril de 2018 para buscar la reelección, pero perdió la contienda ante Luís Guillermo Benítez Torres, representante de Morena.

            Profesor normalista y licenciado en Ciencias Sociales, según su currículo. Pucheta de 63 años de edad, ha militado en el PRI desde hace 23 años. Representó al tricolor en la Fundación Colosio, fue regidor municipal, diputado local y presidente de Mazatlán. Ahora, su trapecio lo dirige hacia Morena.

            Por su parte, el guasavense Valle Sandoval, apadrinado por Aarón Irizar López (eterno aspirante a la gubernatura de Sinaloa a través del PRI), inició su actividad política como secretario de Organización del Frente Juvenil Revolucionario (FJR-PRI), desde que egresó de la Escuela Libre de Derecho. Fue candidato a regidor y coordinador juvenil en Sinaloa en las campañas políticas de Jesús Vizcarra Calderón, Aarón Irizar, Daniel Amador y Enrique Peña Nieto, hasta llegar a diputado local en 2016.

            En octubre de 2022, Valle se declaró diputado independiente y ahora aspira a la presidencia municipal de Guasave ¡por Morena! Háganme el refabrisimo cabor.

            Y “El Diablo” Higuera, aunque no se ha pronunciado públicamente por aspirar por enésima ocasión a un cargo de elección popular en Mazatlán, su salida de la secretaría particular del gobierno que encabeza Rubén Rocha Moya, prevé esa posibilidad.

            Recordemos que Higuera ha sido tres veces presidente municipal de Mazatlán en tres periodos, por el Partido Acción Nacional (PAN) Primero en 1999-2001, después en 2005-2007 y el tercero en 2011-2013. Y fue diputado federal por el blanquiazul en dos ocasiones; y local, también en dos legislaturas.

            A pesar de tener origen panista desde hace más de dos décadas, “El Diablo” Higuera siempre ha llevado buenas relaciones con los partidos opositores al PAN. Tuvo una excelente reciprocidad política en el gobierno de Juan Millán; y se incorporó a la campaña de Rubén Rocha Moya hasta ser nombrado jefe de la Secretaría Particular. Desde ese momento difunde en su currículo ser militante de Morena.

            Apenas hace 20 días, Rocha prescindió de los servicios de Higuera, argumentando que “quería trabajar a gusto” y lo mandó como subsecretario de Turismo con la responsabilidad de organizar la Reunion Internacional de la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe a celebrarse en Mazatlán en noviembre próximo.

            Obviamente “El Diablo” aprovechará el escaparate para promover su imagen que le permita ser observado como prospecto a un cargo de elección popular por Mazatlán. Diputado local, federal o alcalde. Lo que le caiga es bueno.

            Pero, como lo señalamos al principio de esta perorata. Si anhelan representar a Morena en 2024, tendrán que formalizar su renuncia a cualquier otro partido político en el que hayan militado y legalizar su afiliación al partido guinda.

            Veremos cómo reaccionan los genuinos morenistas.