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Genaro García Luna, traidor a México. Silencio en el PAN

logo con foto columnaLos diputados del PAN abandonaban el salón de sesiones, cuando Manuel Vázquez Arellano, de Morena, subió a la tribuna y solicitó un minuto de silencio:

            -Ante el veredicto del jurado que ha declarado culpable a Genaro García Luna, de los cargos que se le imputan, pido un minuto de silencio por la muerte del PAN.

            La petición causó estupor en algunos diputados, indiferencia en otros y carcajeo entre muchos morenistas.

            En tanto, en el Senado de la República, la sinaloense, Imelda Castro Castro, aprovechó el estrado para expresar su beneplácito por el veredicto que condena al ex secretario de Seguridad Pública Federal en el gobierno presidencial de Felipe Calderón Hinojosa.

            Con ironía preguntó:

            - ¿Qué van a decir ahora (los panistas)? ¡Están calladitos! Al Chapo lo soltaron ustedes cuando gobernaban. Ahora, se hace una poquita de justicia para las víctimas.

            Y añadió que “se padeció un narco gobierno en todo el país durante el periodo de Calderón, y ahora se están sufriendo las consecuencias. Por ello, el pueblo de México debe estar celebrando esa justicia”.

            No había transcurrido ni media hora del fallo unánime que se dio en Nueva York sobre el juicio contra García Luna, declarándolo culpable de cinco delitos, cuando en los recintos legislativos de la Ciudad de México, se festinaba entre diputados y senadores de Morena, el resultado de la deliberación del jurado.

            Por eso, el diputado morenista, Vázquez Arellano, conocido como “Omar García” pseudónimo que utiliza por ser uno de los sobrevivientes de la desaparición de estudiantes de Ayotzinapa, pidió el minuto de silencio “por la muerte del PAN”

            Y es que despues de que el jurado declaró culpable a García Luna, el partido blanquiazul sufrirá consecuencias políticas en su alianza con el PRI y PRD, a un año de la elección presidencial y a tres meses de la elección gubernamental en Coahuila y el Estado de México.

           Y si bien es cierto que también habrá consecuencias políticas y diplomáticas para el país (como lo expresó el periodista Raymundo Riva Palacio, defensor acérrimo de García Luna), lo cierto es que la mayor afectación la sufrirá el partido blanquiazul.

           Lo más ignominioso de este caso es la definición que dio el fiscal estadounidense Breon Peace, del ex secretario de Seguridad Pública, cuando expuso sus conclusiones sobre el juicio:

            “García Luna, quien estuvo en la cúspide de la aplicación de la ley en México, ahora vivirá el resto de sus días como un traidor a su país y a los miembros honestos de los cuerpos de seguridad que arriesgaron sus vidas para desmantelar a los carteles de la droga”

            García Luna fue acusado de cinco cargos relacionados con drogas, que incluían "conspiración para distribuir cocaína a nivel internacional, conspiración para distribuir y poseer con la intención de distribuir cocaína, conspiración para importar cocaína y hacer declaraciones falsas", detalló el Departamento de Justicia en un comunicado.

           "Es inconcebible que el acusado haya traicionado su deber como secretario de Seguridad Pública al aceptar con avidez millones de dólares en sobornos que estaban manchados con la sangre de las guerras de carteles y las batallas relacionadas con las drogas en las calles de Estados Unidos y México, a cambio de proteger a aquellos asesinos y traficantes que juró solemnemente investigar", añadió.

            García Luna, quien fue arrestado en el estado de Texas en 2019, se había declarado inocente y podrá apelar el veredicto, que se produjo después de un juicio de cinco semanas en el Tribunal Federal del Distrito Este de Nueva York.

           El Departamento de Justicia estadounidense advirtió que Luna, de 54 años, enfrenta una sentencia mínima obligatoria de 20 años de prisión y un máximo de cadena perpetua.

           (A ver qué dicen, ahora, esos periodistas adulones y serviles que se beneficiaron durante los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderon y Peña Nieto, defendiendo a ultranza al súper policía que combatía el narcotráfico).